La insuficiencia de las estadísticas cubanas

Reynaldo Senra Hodelin

Profesor de Economía Política, Estadísticas y Econometría

La insuficiente disponibilidad de estadísticas socioeconómicas constituye una barrera para la producción de estudios científicos. Y lo peor es que compromete la calidad del diseño de políticas de desarrollo y el crecimiento económico en Cuba.

November 24, 2022

Muchos investigadores cubanos del campo de las ciencias sociales han lamentado en algún momento la pobre difusión de estadísticas en Cuba. Es un hecho nocivo que numerosas estadísticas no se produzcan o publiquen a tiempo, lo cual algunas veces se atribuye a la escasez de recursos materiales y humanos.

Lo más doloroso es que hay otro grupo de datos que sí se producen, pero no se difunden en informes o reportes. Se pueden citar, por ejemplo, un enorme número de estadísticas que el presidente cubano Fidel Castro mencionaba en sus discursos y que no se podían encontrar en ninguna parte. Aunque se podían conocer los datos que se proporcionaban en esos discursos, muchas veces no se podía acceder a esos datos para otros años, es decir, series estadísticas.

Para no publicar estadísticas existentes frecuentemente se esgrimían razones.

  • Una primera era el uso y la posible persecución por parte del gobierno de Estados Unidos.
  • La segunda, la protección de la imagen de la Revolución Cubana. En otras palabras, se han intentado ocultar resultados desfavorables. De Miranda (2021) menciona que la Junta Central de Planificación (JUCEPLAN) elaboró en 1977 el trabajo “Reconstrucción y análisis de las series estadísticas de la economía cubana, 1960-1975". Aquí se sistematizaron estadísticas sobre cuentas nacionales. Sin embargo, estuvieron clasificadas como secreto durante años. La pregunta entonces se impone: ¿por qué estadísticas sobre cuentas nacionales podrían ser secretas?
  • Y hay una tercera: es muy común la falta de comprensión sobre la importancia de las estadísticas para la toma de decisiones. Aunque el problema fue bastante cotidiano en los países socialistas ortodoxos, no es exclusivo de estos. De hecho, el Banco Mundial (2000) lamentaba no hace mucho que políticos y funcionarios no se molestaran en solicitar estadísticas.

La pregunta entonces se impone: ¿por qué estadísticas sobre cuentas nacionales podrían ser secretas?

La pobre difusión de estadísticas ha sido un dolor de cabeza para la mayoría de los investigadores de las ciencias sociales. En consecuencia, aunque los estudios empíricos hacen mayoría en las revistas científicas indexadas, resultan extremadamente escasos los que incluyen o se centran en Cuba. Indudablemente, la proyección profesional de esos profesionales se ha visto ralentizada.

Las estadísticas permiten el desarrollo económico

La falta de estadísticas o la dificultad o imposibilidad de su acceso afecta a muchos investigadores y estudiosos en el desempeño de su vida laboral en Cuba. Lo más perturbador es la posibilidad de que esa política de restringir el acceso a estadísticas, o su pobre producción, implique un impacto negativo sobre la economía cubana.

Por esa razón, se inició una investigación sobre el nexo entre la publicación de estadísticas y el crecimiento económico. Desde un principio, el objetivo no fue enfocarse en Cuba. Pero al final de la investigación no se pudo incluir a Cuba precisamente porque no existían cifras de acumulación de capital. El artículo resultante de la investigación fue “Statistical Disclosure and Economic Growth: What Is the Nexus?” (Senra, 2022), basado en un panel de 105 países durante el periodo 1980-2014. La metodología fue la de vector de corrección del error para datos de panel.

Entre los principales hallazgos se destaca que la publicación de estadísticas contribuye al crecimiento económico de largo plazo en países que en 1980 eran de ingreso medio. Y Cuba era de ingreso medio en ese entonces.

En el caso de los países más pobres, existió cierta incertidumbre porque se encontró causalidad en ambos sentidos. Es decir, las estadísticas causan el crecimiento económico --y viceversa. Como esos países son los que enfrentan menores condiciones para sacar provecho de las estadísticas, el costo de producirlas podría superar el beneficio económico.

En los países de altos ingresos el coeficiente de largo plazo para el nivel de publicación de estadísticas no fue significativo, lo cual podría indicar la inexistencia de una contribución de las estadísticas a sus economías. Finalmente, es importante destacar que se halló causalidad de corto plazo solo en países de ingreso medio. Otro elemento a favor de la publicación de más estadísticas en Cuba.

La restricción de datos limita la proliferación de hallazgos o teorizaciones con fundamentos sólidos.

Más allá de este estudio, es evidente que la economía cubana necesita más publicación de estadísticas. Por varias razones:

  • En primer lugar, para que los agentes económicos, incluyendo el gobierno, puedan tomar mejores decisiones.
  • En segundo, Cuba ha formado a muchos profesionales de las ciencias económicas; una de las vías para que haya un mayor aporte de este capital científico es la publicación de estadísticas. Esta idea la respaldan estudios como el de Kelman (1985): indica que las decisiones de política deben basarse en la evidencia. La restricción de datos limita la proliferación de hallazgos o teorizaciones con fundamentos sólidos. En consecuencia, mucha de las críticas (y del apoyo) a las políticas del gobierno históricamente han tenido un relativamente pobre sustento de evidencias.

La información, incluyendo las estadísticas, es crucial para dos de los problemas más graves de Cuba: el subdesarrollo del sector financiero y la baja inversión. Existen numerosos estudios indicando que información es crucial para la inversión (Easley y O’Hara [2004], Lambert, Leuz, and Verrecchia [2012]) y el sector financiero (Greenwood y Jovanovic [1990], Jappelli y Pagano [2002]).

Cuba cuenta con un enorme sector informal para casi todo: crédito, cambio de moneda, bienes, servicios, etc. Allí casi todas las interacciones tienen lugar bajo una enorme incertidumbre. Los participantes, casi todos los cubanos de dentro y muchos fuera de la isla, adoptan decisiones bajo una aguda escasez de información. La publicación de muchas más estadísticas no solo enriquecería los elementos para la toma de decisiones de los cubanos, sino también facilitaría la proliferación de documentos y análisis por parte de entidades especializadas del gobierno. Y también de iniciativas privadas y/o independientes como El Toque y Auge.

Un mayor acceso a estadísticas por parte del público en general puede disminuir los niveles de corrupción (DiRienzo, Das, Cort, y Burbridge [2007]), un fenómeno que se agudiza en el país. Es muy "conveniente y relajante" para políticos y funcionarios cubanos contar con la falta de datos. Nadie puede demostrar si una gestión ha sido buena o mala. Aunque lo que todos pueden ver puede ser muy ilustrativo, los datos resultan imprescindibles para demostrar cualquier hecho. Si hubiera acceso a ellos, la presión popular y la académica se incrementarían. Por esa razón, la vida de quienes deciden sería menos "cómoda", en el sentido de que tendrían mayor presión para resolver los problemas.

Además, un mayor acceso a datos mejoraría mucho el desempeño de los funcionarios ante la opinión pública. Hay que mencionar el momento cuando el ministro de economía Alejandro Gil Fernández fue cuestionado en julio de 2022 por el diputado de la Asamblea Nacional Néstor Hernández sobre cómo explicarle al pueblo el crecimiento del Producto Interno Bruto de 10% y Gil respondió que "lo del 10,9% de crecimiento lo hemos explicado. Eso es lo que dan los datos. Pero es sobre una caída muy grande que hemos tenido en períodos anteriores. O sea, no es una información que se pueda decir que eso demuestra el crecimiento económico. Pero bueno es lo que da, no. Eso se va a ir ralentizando en la misma medida en que vaya la economía estabilizándose".

Muchos economistas opinaron que ese 10,9% de crecimiento aconteció y también se entendió, en mayor o menor medida, la respuesta de Gil. Otros quizás no. Pero en lo que todos estaríamos de acuerdo es en que el ministro no respondía a la pregunta porque más allá del tecnicismo y la complejidad de ciertos términos, tiene que aterrizarse una respuesta a las dudas sobre el 10,9% que sea asequible a ese público general que sufre apagones, inflación y desabastecimiento como nunca antes desde 1994.

En la medida en que haya un mayor acceso a datos, se incrementará la cultura al respecto y los funcionarios podrían mejorar su actitud hacia los datos y sus respuestas al público. Y lo que es más importante: los funcionarios mejorarán el manejo de datos con los que cuentan. Esto es central toda vez que, por ejemplo, el ministro Gil es uno de los que más datos proporciona en sus intervenciones, pero en el caso citado no proporcionó una respuesta convincente a una pregunta no tan complicada para un ministro.

Luego de años de atrincheramiento político en los que se han defendido argumentos en uno y otro sentido, la proliferación de estadísticas clave (pobreza, salud, etc.) estimulará el pensamiento y debate racional, así como una mayor preparación para los debates por parte de académicos, políticos, funcionarios y la población en general.

Ahora bien, aunque todo lo mencionado puede ser muy relevante, hay dos razones importantes para la difusión de un mayor número de estadísticas.

  • El pueblo cubano tiene derecho a acceder a los datos.
  • Y el gobierno tiene la obligación de proporcionarlos sin barreras.

Durante años recientes se ha observado una tendencia a publicar estadísticas clave para evaluar el desempeño de la economía, para el diseño de políticas y para informar a la población. Un ejemplo es la inflación, pero el diseño de esta y otras estadísticas necesitan significativas mejoras en la forma como se publican. Domínguez (2022) y de Miranda (2021) apuntan en este sentido. Al tiempo que observan una mejoría en la transparencia económica, indican que es mejorable.

Aunque desgraciadamente muchas estadísticas clave para la economía continúan siendo tabú. Incluso la difusión de datos es mayor en el caso de las que son útiles para la propaganda o favorables al gobierno. Tal es el caso de la mortalidad infantil. Casi todos los años, apenas comenzado el nuevo año, se publican extensos artículos con numerosas estadísticas, incluyendo series de tiempo que inician incluso en 1960 (de la Osa, 2014).

Si bien es cierto que las condiciones actuales parecen precarias para elaborar esos indicadores o encuestas, pero por muy imperfectas que sean, serían mejor que el vacío que hoy existe.

No sería muy exagerado afirmar que en sitios del gobierno cubano se pueden acceder a muy pocas series de tiempo tan largas para cualquier otro indicador. Esto último es muy importante, porque en medios no gubernamentales se han publicado series de tiempo francamente largas o extremadamente largas para indicadores sobre Cuba (Schroeder, 1982; Mitchell, 2007). Incluso varias series estadísticas relativamente largas se han publicado en libros de autores cubanos residentes en Cuba y por editoriales cubanas como la Félix Varela (Rodríguez, 1990).

Pasos posibles

En general, hay muchos aspectos en los que pareciera necesario avanzar. No solo en la disponibilidad, sino también en cómo se publican y difunden los datos. A continuación, se enumeran algunos pasos posibles:

  • De Miranda (2021) lamenta oportunamente que no se publiquen datos mensuales o trimestrales sobre muchas estadísticas, como las relacionadas con el empleo. También menciona la escasez de datos sectoriales y regionales. Asimismo, detalla cuán incompleta es la información de la Balanza de Pagos.
  • Es importante avanzar en el alargamiento de las series de datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI). La mayoría de las series de tiempo disponible en la web de la ONEI inician en los 80 o 90. Sin embargo, para varios indicadores existen datos para años anteriores. Un claro ejemplo son las estadísticas sobre el clima y la población, pero en ese caso hay muchas más.
  • Las actuales estadísticas bancarias son mínimas. No existen series de tiempo sobre total créditos otorgados desglosados por propiedad, sector, tamaño del préstamo y su vencimiento. Este es un caso emblemático porque las estadísticas bancarias son de las de más fácil compilación y producción. No en balde son las estadísticas bancarias una de las que mayor cantidad de datos disponen y de las que cuentan con series históricas más largas en la mayoría de los países.
  • Resulta indispensable publicar datos sobre pobreza e inequidades de ingreso.
  • Sería valioso publicar estados financieros (balance general y estado de ganancias y pérdidas resumidas) de empresas estatales. Y también impulsar que se haga en empresas privadas.
  • Asimismo, sería importante incluir información mínima de caracterización de las entidades (número de empleados desglosado por sexo, calificación, etc.).
  • Parece importante actualizar la metodología de cálculo de indicadores como el índice de precios al consumidor a fin de que refleje mejor la evolución de los precios en la economía.
  • Es importante diseñar indicadores o encuestas que indiquen el comportamiento futuro de la economía (índice de producción industrial o encuestas a empresas sobre sus decisiones actuales y futuras). Si bien es cierto que las condiciones actuales parecen precarias para elaborar esos indicadores o encuestas, pero por muy imperfectas que sean, serían mejor que el vacío que hoy existe.
  • La mayoría de la información estadística que se puede descargar está en PDF. Desde hace años Excel o CSV son los formatos predominantes en las publicaciones de agencias estadísticas porque facilitan el ulterior manejo de los datos.

Son solo algunos ejemplos. Pero más allá de cambios puntuales, lo que realmente pareciera precisarse es un cambio radical de mentalidad, de percepción y actitud hacia las estadísticas. Ese cambio de mentalidad podría consistir en publicar tanta estadística como sea posible para maximizar el aporte de investigadores, funcionarios, políticos y pueblo en general.

Pero no solo es importante la creación y difusión de estadísticas. Resulta vital que esa difusión discurra a través de medios que permitan el mayor alcance posible. No creo que en algún país del mundo la mayoría de los ciudadanos se informen sobre estadísticas mediante la web de las oficinas encargadas de producir los datos. Por tanto, parece una necesidad crear un semanario (un periódico diario sería ideal) donde se analicen y sobre todo se difundan las principales estadísticas socioeconómicas.

Lógicamente, no se puede dejar de reconocer que el desarrollo de estadísticas puede demandar significativos recursos económicos y humanos. Por consiguiente, en el caso de esas estadísticas que hay que crear, se requerirían recursos adicionales. Reconociendo la escasez de recursos y la limitada capacidad de las entidades estatales para obtener información sobre las empresas estatales y privadas, podría ser una opción crear estructuras privadas que puedan producir ciertas estadísticas. Sin embargo, su aprobación parece ser lo menos deseado por el gobierno.

Consideraciones finales

La insuficiente disponibilidad de estadísticas socioeconómicas constituye una barrera para la producción de estudios científicos. Lo peor es que compromete la calidad el diseño de políticas de desarrollo y el crecimiento económico. Si bien es evidente que la producción de estadísticas se ve afectada por la escasez de recursos humanos y materiales, pareciera que en varios casos, como los que hemos enumerado, se pudiera avanzar mucho sin gastos o esfuerzos relevantes.

Asimismo, al menos en épocas pasadas hay casos claros de secretismo que difícilmente puedan justificarse. Esto debe modificarse tanto como sea razonablemente posible. Y sugiere la necesidad de un cambio en la actitud hacia la importancia de las estadísticas por parte de las autoridades cubanas.

Bibliografía

de la Osa, J. (2014). ¡¡4,2!!: La más baja mortalidad infantil de la historia, Granma,  https://www.granma.cu/granmad/2014/01/02/nacional/artic04.html

de Miranda, M. (2021). Las estadísticas económicas en Cuba y el derecho a la información, La Joven Cuba, https://jovencuba.com/estadistica-economica-derecho-informacion/

DiRienzo, C., Das, J., Cort, K. et al. (2007). Corruption and the role of information. Journal of International Business Studies 38, 320–332  https://doi.org/10.1057/palgrave.jibs.8400262

Domínguez, J. (2022). Cómo reflexionar sobre las circunstancias contemporáneas de Cuba, Horizonte Cubano, Cuba Capacity Building Project, https://horizontecubano.law.columbia.edu/news/como-reflexionar-sobre-las-circunstancias-contemporaneas-de-cuba

Easley, D. and O'hara M. (2004). Information and the Cost of Capital. Journal of Finance 59(4), 1553-1583, https://doi.org/10.1111/j.1540-6261.2004.00672.x

Greenwood, J. and Jovanovic, B. (1990). Financial Development, Growth, and the Distribution of Income. Journal of Political Economy 98(5, Part 1), 1076-1107, https://doi.org/10.1086/261720

Jappelli, T. and Pagano, M. Information sharing, lending and defaults: Cross-country evidence. Journal of Banking & Finance 26(10), 2017-2045, https://doi.org/10.1016/S0378-4266(01)00185-6

Kelman, S.  (1985). Why Should Government Gather Statistics, Anyway? Journal of Official Statistics 1(4), 361-379, https://www.scb.se/contentassets/ca21efb41fee47d293bbee5bf7be7fb3/why-should-government-gather-statistics-anyway-historical-justifications-for-public-data-collection-in-the-united-states-and-theories-of-the-role-of-government.pdf

Lambert R., Leuz C. and Verrecchia R. (2012). Information Asymmetry, Information Precision, and the Cost of Capital. Review of Finance 16(1), 1–29, https://doi.org/10.1093/rof/rfr014

Mitchell, B. (2007). International historical statistics: the Americas 1750-2005. Palgrave Macmillan

Rodríguez J. L. (1990). Estrategia del desarrollo económico en Cuba. Félix Varela

Schroeder S. (1982). Cuba: A Handbook of Historical Statistics, G.K. Hall

Senra, R. (2022). Statistical disclosure and economic growth: What is the nexus? World Development 160(C), https://doi.org/10.1016/j.worlddev.2022.106036

von der Lippe, P. (1999). The Political Role of Official Statistics in the former GDR (East Germany). Historical Social Research, 24(4), 3–28, https://doi.org/10.12759/hsr.24.1999.4.3-28

World Bank, 2000. World Development lndicators 2000. Tech. rep., Washington, https://openknowledge.worldbank.org/handle/10986/13828

hombre con pelo corto negro, camisa blanca y saco y corbata

Logro su licenciatura en economía en la Universidad de la Habana entre 1999 y 2004.  Posteriormente en la misma universidad realizo su maestría entre 2010-2015. Su doctorado lo realizo en la Universidad de Kobe entre 2016-2019. En la Universidad de la Habana fue Profesor Asistente entre 2005-2010, donde impartió asignaturas tales como Economía Política, Estadísticas y en Econometría entre el 2005 y el 2010. Fue Investigador Agregado 2006- 2021 en el Centro de Investigación de la Economía Mundial (Departamento de Finanzas Internacionales) –http://www.ciem.cu/ con las líneas de investigación de economía japonesa e India y mercados financieros con especial atención a las intervenciones públicas en el sistema bancario. Tiene varias publicaciones en revistas de impacto en Cuba y el extranjero.