Breve historia de un emprendedor cubano

June 18, 2021

Horizonte Cubano inaugura hoy una sección de entrevistas. Decidimos empezar con cubanos que han tenido éxito en el país al que han emigrado, pero no necesariamente tendrán que ser cubanos.

Nacido en la provincia de Camagüey, Miguel Ángel Alvelo Céspedes obtuvo la licenciatura en Ciencias Deportivas. Visitó España por primera vez en 1995 con el objetivo de llegar a la Autonomía de Galicia y contactar a la familia gallega por parte de padre. El 14 de enero de 2001 regresó a España de nuevo después de la segunda visita a Cuba del presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga Iribarne (1988).

Su segunda estancia en Galicia le resultó impactante por las atenciones que tuvieron con él dos personalidades del gobierno gallego. Entonces decidió permanecer en ese país. Viajó a Lanzarote, Islas Canarias, donde tuvo la oportunidad de crear la delegación de natación dependiente de la Federación Canaria y de impulsar clases terapéuticas para niños afectados por el asma bronquial. Al tratarse de una labor efímera, tuvo que trabajar en construcción y hostelería y conoció una de las caras más difíciles para un emigrante: el desempleo. Pero esas experiencias lo estimularon a triunfar en el país que le abrió sus puertas.

En esa segunda etapa quiso probar suerte en Madrid. La estancia en la capital española le dio la oportunidad de vincularse con personalidades políticas como Juan José Lucas Giménez, presidente de la Junta de Castilla y León, Marcelino Oreja Aguirre, ministro de Exteriores. Y de vivir la etapa final de Manuel Fraga Iribarne en el Senado.

Un hito en su vida fue ser invitado a la Feria del Libro de La Habana para presentar su libro Manuel Fraga, un gallego cubano. Fidel Castro, un cubano gallego en las provincias de Pinar del Río y La Habana.

El Sr Arvelo es miembro de la Enxebre Orde da Vieira, instituida en 1967 para aunar a los gallegos establecidos en Madrid. Sus Capítulos constituyen actos de exaltación de la identidad gallega y de rencuentro con gallegos de la diáspora.

Alvelo Céspedes ha dicho: “Soy como los jesuitas, que se trazan metas a largo plazo y muy difíciles”. La vida lo condujo a Galicia, donde ahora tiene éxito empresarial como creador de las Conservas Alvelo.

Dice al respecto: “Puedes estar en España y solicitar una caja de latas de chorizos y enviarla a Argentina, Cuba, Estados Unidos, México, Panamá o Suiza. Es un reto importante que he enfrentado durante la última etapa de mi vida, la de empresario. Mi vida es poder trabajar, trabajar y trabajar. Porque la constancia será el fruto del éxito. Agradezco mucho a Galicia y a España. Salí de mi amada isla de Cuba siendo, como decimos los cubanos, un Don Nadie y aquí he tenido las posibilidades de realizar algunos de mis sueños.

Dos chorizos en un plato blanco con un fondo negro y un ajo

¿Quién es Miguel Ángel Alvelo? Nos gustaría conocer más sobre ese emprendedor con fuertes lazos sentimentales con su país de origen, pero también orgulloso de su país adoptivo.

Soy un inquieto camagüeyano, muy orgulloso de serlo, de esa provincia de Salvador Cisneros Betancourt, Marqués de Santa Lucía, de Ignacio Agramonte, Carlos Juan Finlay y Barrés, y de tantas personalidades que han hecho grande a esa provincia.

Me gradué en la Facultad Comandante Manuel Fajardo de la provincia de Camagüey. Siempre fue mi sueño estudiar cultura física del deporte. Por supuesto, dentro del plan de estudios de las asignaturas se encontraba la natación, fue mi especialidad, aunque el Polo Acuático estuvo cerca igualmente.

Como hecho significativo fui el creador del primer equipo de natación de descendientes de gallegos en Cuba, perteneciente a la Sociedad Rosalía de Castro de La Habana. Tuvimos el apoyo del Rector del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Camagüey, del presidente de la Federación Cubana de Natación, Guillermo Martínez Ginoris, y del entonces vicepresidente del gobierno de la República de Cuba, el Gallego Fernández. Una etapa muy interesante.

¿Cuáles fueron las razones por la que usted decidió emigrar?

Muchos conocen que mi familia paterna es de un pequeño pueblo de Galicia, y que siempre estuve activo dentro de las sociedades gallegas en La Habana.

Tuve la primera oportunidad de salir de Cuba en 1995, invitado por la familia gallega que con cariño me abrió sus puertas. Fue un viaje importante, a pesar de mi inexperiencia. La pasión por mi Cuba me hizo regresar, pero automáticamente empiezo a trabajar en favor de la Sociedad Gallega Rosalía de Castro.

Llegué a España el 15 de enero de 2001, de la mano del presidente de la Xunta de Galicia, D. Manuel Fraga Iribarne. Fraga ha sido uno de los presidentes más emblemáticos, significativo por muchas razones en la historia de Galicia. Siempre lo recuerdo con agradecimiento. Gracias a su eficaz gestión se tramitó una beca para deportistas. Recuerdo que tenía una dotación de 435 000 de las antiguas pesetas.

Hemos conocido que usted es un emprendedor innovador y que sueña con ofrecer al mundo un producto de gran calidad y novedoso como los chorizos Alvelo. Cuéntenos.

He tratado de rescatar una vieja tradición del producto por antonomasia de la gastronomía gallega.

Grupo de personas de varias edades reunidas alrededor de un mostrador con un niña sentada encima

La idea de emprender este proyecto nace inspirada en las anécdotas que mi padre me contaba de su abuela materna Manuela, una emigrante gallega que tenía un pequeño colmado en Camagüey. Allí vendía una variedad de productos españoles, incluyendo latas de chorizos. Uno de los productos españoles comercializados (después fabricado también en una factoría regentada por españoles en la isla) eran los chorizos en manteca “El Miño”. El nombre comercial corresponde al del río gallego que pasa por Orense.

La creación de Conservas Alvelo es un producto en lata de chorizo gallego ahumado en aceite. Constituye, además, un hecho curioso al ser por primera vez que un cubano lanza al mercado una conserva tradicional gallega y movido por el recuerdo de su familia emigrante.

Este proyecto nace estimulado por el recuerdo imperecedero de mi querido padre: Miguel Ángel Alvelo Castelao, el hombre que me hizo soñar con aquellas historias vividas dentro de una familia emigrante gallega allá en Camagüey. Han sido la señalización del camino para emprender esta aventura empresarial.

Envasamos el chorizo en lata. Este producto tiene tres características:

  • Se envasa en lata para su mejor conservación, transporte y cumplimiento de las normas fitosanitarias exigidas por las aduanas. Se trata de formatos que minimizan las incidencias por roturas, ya sea en forma de palets o en la maleta de cualquier viajero.
     
  • Su larga caducidad (cuatro años).
     
  • Al ser un producto dirigido principalmente a la exportación (sin olvidar que pueda venderse en España por su estándar de calidad y adaptación al gusto del consumidor nacional), he querido envasarlo en aceite porque este también puede utilizarse para cocinar. Pienso especialmente en Cuba, donde no se adquiere fácilmente.

¿Hacia qué mercado se propone llevar este producto? ¿Dónde se comercializará? ¿Cuáles son sus planes en cuanto a distribución?

Como le decía, se dirige principalmente a la exportación, pero en primera fase con venta en el origen: el consumidor o pequeños distribuidores lo llevan a diferentes lugares. Además, como es norma, el arranque debe ser de forma gradual. Esta primera producción no es excesivamente grande en volumen.

Pretendo que las personas en España puedan llevar en la maleta un sabor de antes, un sabor que recoge la esencia gallega a sus familiares en el exterior.

El target al que nos dirigiremos en diferentes fases es amplio, consiguiendo por tanto diferentes formas de distribución quizás poco comunes en el mercado de la alimentación, entre ellas:

  • Agencias de viajes especializadas en Cuba y otros lugares de Iberoamérica.
     
  • Canal Horeca. En esta primera fase, serán restaurantes cubanos en Madrid.
     
  • Distribuidores de alimentación a nivel nacional.
     
  • Pequeños distribuidores import/export.
     
  • Agencias de logística y transporte especializadas en envíos a Iberoamérica.
     
  • Compañías aéreas para introducir nuestras dos referencias en “venta a bordo”
     
  • Tiendas Duty Free en aeropuertos.
     
  • Centros Gallegos en el exterior, de manea que podamos situar en ellos nuestro chorizo gallego ahumado en aceite.

Como parte del marketing que usted ha ideado, una maleta de viaje, de madera, antigua, que transportaría la edición de lujo de este producto, ¿qué significado tiene? Háblenos de la maleta. ¿Quién la hizo?

Para el desarrollo del etiquetado la o cartelería he contado con un diseñador cubano que reside en La Habana: Iván Alejandro Batista. Ha desarrollado la imagen del producto, la imagen de Conservas Alvelo.

Estoy muy complacido de haber podido contar con él y de poder unir nuevamente los dos países. Se trata de un producto fabricado en España, pero con los aportes de un excelente profesional cubano.

Una caja con conservas aguantada por dos manos con conservas de chorizos y las palabras "conservas alvelo"

En cuanto a la maleta viajera, fue una idea que me surgió inspirado una vez más en la figura de mi abuelo, Miguel Alvelo Gil, otro emigrante gallego.

La maleta sirve como identificador de la marca por parte tanto de distribuidores como del cliente final como de nuestros seguidores en las redes sociales (Instagram, Facebook, Twitter. LinkedIn, TikTok, etc.)

Es una maleta que contiene los dos formatos de lata, pero lo que realmente transporta es toda mi ilusión, mi esfuerzo, mi proyecto hecho realidad en Conservas Alvelo y en sus productos.

La maleta la hizo un buen amigo, un cubano residente en Galicia desde 1967: Jorge Núñez. La ha fabricado con maestría, de forma totalmente artesanal. Una copia exacta de aquellas maletas que los emigrantes llevaban en sus viajes hacia Europa o América.   

¿Pensaría en algún momento de su vida futura tener fuertes relaciones comerciales con su país de origen, o cree que aún existen barreras que entorpecen ese deseo?

A lo largo de mi actividad como asesor de empresarios españoles interesados en invertir en Cuba, tuve la oportunidad de participar en reuniones entre representantes de diferentes ministerios del gobierno cubano e inversionistas españoles con muy buena sinergia.

Sé que mi país tendría las puertas abiertas. Por supuesto, mi mayor ilusión sería que mi producto tuviera presencia en diferentes lugares de la Isla, desde Guantánamo hasta Pinar del Río.

Hoy presido la Asociación Nacional de Empresarios España-Cuba (inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones) que se presentó en febrero de 2020 antes del inicio de esta pandemia en Baiona (Galicia) con el apoyo y asistencia de nuestro Embajador, Excmo. Sr. Gustavo Machín Gómez, la Consejera Económica, Janet G. Fernández Padilla y también la Cónsul General en Galicia, Yahima Martínez Millán.