La diáspora en el desarrollo vietnamita. Lecciones para Cuba

Omar Everleny Pérez Villanueva

Viet Nam demostró que en condiciones de subdesarrollo se puede avanzar en el impulso de las fuerzas productivas utilizando el mercado, entre otros indicadores. Y lo ha hecho incluyendo a su diáspora.

October 04, 2023

Desde el inicio de la reforma vietnamita, conocida como Doi Moi, el Partido Comunista de Viet Nam (PCV) y su gobierno atendieron siempre a la comunidad vietnamita en el exterior. Las autoridades ponían su empeño en intentar resarcir toda huella de rencor entre el exterior y el interior, y sobre todo de apoyar a los primeros por su contribución al desarrollo de la nación.

Las estadísticas muestran que en 2020 más de 3 392 025 de vietnamitas vivían fuera del país. Los emigrantes viajaban principalmente a Estados Unidos, donde se concentraba el 41,37%, seguido de lejos por Japón (9,90% y China (8,94%). Es decir, en Estados Unidos hay 1 403 193 vietnamitas, en Japón 355 668, en China 303 812 y en Australia 269 812.[i]

En 1976, y luego en el V Congreso del PCV en 1980, se tomaron acuerdos sobre los aportes que podría dar la diáspora vietnamita a la reconstrucción nacional. Y se les trataba como “compatriotas residentes en el extranjero”.

La celebración del VI Congreso, en 1986, marcó un hito en la historia de la República Socialista de Viet Nam porque trazó premisas de la reforma que cambiaría el rumbo del país. Y se expresaron ideas para que los emigrados comprendieran la importancia de su aporte al desarrollo de su país natal. En esos documentos se expresaba, por ejemplo, la necesidad de:

Crear condiciones favorables para que los vietnamitas residentes en el extranjero edifiquen el bloque de unión comunitaria incorporándose a la sociedad del país donde residen y al mismo tiempo ligándose estrechamente a su tierra natal para contribuir de esa manera a la construcción nacional.[ii]

En su proceso de normalización con su emigración, el gobierno vietnamita tuvo que resolver problemas en los aspectos psicológicos, legales y políticos, además de reconocer los errores cometidos.

Con la eliminación del bloqueo económico y financiero de los Estados Unidos a Viet Nam, en 1994, y el establecimiento de las relaciones entre Viet Nam y Estados Unidos, en 1995, la política de Viet Nam hacia sus emigrados comenzó a llegar de manera directa a través de la embajada y los consulados. Esto facilitó que la comunidad emigrada conociera de primera mano las disposiciones implementadas por Viet Nam hacia ella. La resolución 36 del PCV fijó las líneas de tratamiento de las autoridades hacia sus emigrados.

 La política sobre vietnamitas en el extranjero debe reflejar la tradición de la unión nacional, que está basada en el nacionalismo, el patriotismo y el orgullo nacional, además de los objetivos comunes de cada vietnamita, que son asegurar la independencia nacional e integridad territorial.[iii]

La resolución marcaba claramente la intención de los dirigentes de alejarse del discurso con un enfoque marcadamente ideológico para llevarlo a un plano más nacionalista con el objetivo de captar la mayor cantidad de emigrados posibles para el desarrollo de Viet Nam. Y siempre primó el interés de sostener encuentros con la comunidad residente en los Estados Unidos --intelectuales, empresarios, etc.--, enfocándose en los aportes que podían hacer, por ejemplo, en inversión, remesas y transferencia de tecnología.

mercado lleno de frutas y vegetales de muchas variedades y colores

En 2007, con la visita del presidente de Viet Nam a los Estados Unidos, se anunció la eliminación del visado para la entrada a Viet Nam, una medida favorable para lograr una mejor relación entre las comunidades vietnamitas en el exterior y el gobierno.

En 2015 por primera vez en la historia de las relaciones diplomáticas un secretario general del PCV visitó oficialmente los Estados Unidos. En esa estancia, sostuvo numerosos intercambios con la comunidad vietnamita:

El Partido y el Estado de Viet Nam siempre prestan gran atención a la comunidad vietnamita en el extranjero, en general, y en Estados Unidos en particular, considerándolas parte inseparable de la nación y una fuerza impulsora del desarrollo del país, afirmó el primer ministro, Pham Minh Chinh.[iv]

Durante una conversación con los coterráneos en los Estados Unidos, poco después de llegar a San Francisco para asistir al 78 período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (septiembre de 2023) y al cabo de realizar varias actividades bilaterales, elogió el papel en el desarrollo nacional de la comunidad vietnamita y expresó su esperanza de que empresas, intelectuales y científicos vietnamitas en los Estados Unidos siguieran acompañando el desarrollo del país con proyectos y actividades concretas. Y comentó su esperanza de que la comunidad vietnamita hiciera mayores contribuciones a los nexos entre los dos países.

El estímulo a las remesas

Una de las prioridades de Viet Nam respecto a su emigración eran las remesas que podían enviar, dada su incidencia en el desarrollo del país, y el hecho de que estas actuaban como un agente principal para lograr en las familias un mayor poder adquisitivo. Eran entonces un elemento principal para la estabilidad de los hogares y la eliminación de la pobreza.

Una encuesta de un instituto vietnamita reflejaba que alrededor del 57% de las remesas provenían de los vietnamitas radicados en Estados Unidos, un 8.4% de los residentes en Canadá, un 6% de Alemania y el 4% de Francia.[v]

En 2018 el Banco Estatal de Viet Nam dio a conocer que 7 de cada 10 dólares que recibía el país por concepto de remesas se invertían en empresas, cifra que continuó aumentando durante los últimos años. También que el 16% de las remesas se invertían en negocios y el 20% en bienes raíces.

En 2015 la ley de la vivienda permitió que los vietnamitas no residentes compraran casas y terrenos en su país, lo cual implicó un mayor desarrollo inmobiliario. ¿Qué había detrás del interés en los emigrantes en invertir en Viet Nam? Que era una economía próspera creciendo a tasas superiores al 7% anual y con mejoras en los indicadores macroeconómicos, entre otros elementos. Antiguamente los emigrados mandaban sus remesas a sus familiares para el consumo. En la actualidad se dedican más a desarrollar negocios.

Gráfico: flujos de remesas a Viet Nam

demuestra la entrada de remesas en Viet Nam entre los años 2000 a 2022

Fuente: https://www.knomad.org/data/remittances

La inversión directa de los vietnamitas emigrados

Para Viet Nam, la inversión de capital extranjero ha resultado vital para su desarrollo económico. El gobierno ha mantenido siempre un gran interés en que una parte de esos capitales provengan de sus emigrados, entre otras razones porque pueden entender mejor las particularidades de su país.

La diáspora vietnamita ha invertido en el desarrollo de la agricultura y el procesamiento de mariscos como productos de “comercio étnico”, es decir, exportación de bienes para el consumo de los emigrados asentados en otros países. Esto proporciona a los exportadores vietnamitas un nicho estable en el segmento de comercio de exportación.

Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Viet Nam (MOFA 2018), en 2018 la diáspora invirtió en más de 3 200 proyectos con un monto aproximado de 5 700 millones de dólares. La mayor parte de la inversión se dirigió a los negocios vinculados a los servicios, el turismo y el sector agroalimentario.

En noviembre de 2020 las autoridades celebraron la Conferencia de Chequeo de los cinco años de la implementación de la Directiva 45 del Buró Político del Partido Comunista de Vietnam sobre el aumento de los trabajos relativos a los compatriotas en el exterior. El viceprimer ministro y canciller, Pham Binh Minh, valoró altamente los aportes prácticos de esta comunidad a su país natal. Y recalcó:

En los últimos cinco años, la Directiva 45 ha sido materializada de modo coordinado y serio. La política que considera a los vietnamitas en ultramar como una parte inseparable y una fuente de recursos de Viet Nam, ha entrado en la vida. Las labores en este campo continúan siendo un pilar en la línea exterior del Partido y el Estado.

La conferencia se enfocó en tres temas clave, que consistieron en el perfeccionamiento y la elevación de la eficiencia de las políticas en la materia; la captación de recursos de los compatriotas en ultramar a la construcción, la defensa y el desarrollo nacional, y el aumento de la comunicación, la enseñanza y el aprendizaje del idioma materno entre la comunidad de vietnamitas en ultramar a fin de preservar y promover la identidad cultural y las tradiciones nacionales.[vi]

Viet Nam y Cuba

La situación de Viet Nam era algo diferente a la de Cuba. Pero estudiar la política gubernamental con respecto a la diáspora vietnamita podría resultar muy útil para los procesos que debe transitar Cuba en el futuro.

Quienes se oponían a levantar las sanciones contra Viet Nam eran familiares de soldados estadounidenses muertos durante la guerra. Había muchas familias que pensaban que sus hijos seguían vivos y presos. Al principio Viet Nam no ayudaba a identificar los restos de los estadounidenses fallecidos.

 Un punto importante de la negociación fue que el gobierno vietnamita empezó a trabajar con los militares estadounidenses para identificar y devolver los restos de los soldados. Los que lideraron el levantamiento de las sanciones fueron dos prominentes senadores que habían peleado en Vietnam: John Kerry y John McCain --este estuvo preso en Hanoi durante cinco años--, y lo hicieron porque les parecía bueno acabar con las sanciones.

Por otro lado, las consideraciones geopolíticas de los Estados Unidos respecto a China tuvieron un papel sin duda importante.

Que Viet Nam se moviera hacia una economía de mercado era algo destacado, pero si fallaba Vietnam como economía de mercado, no perjudicaba a los Estados Unidos, tan lejos de ahí. Simplemente, no habría oportunidades de inversión para las empresas estadounidenses.

En el caso cubano, el exilio se niega a restablecer relaciones con su país de origen debido a temas como las nacionalizaciones y los presos políticos, entre otros. A ello se suma que hay ciertos congresistas cubano-americanos que no apoyan la mejoría de las relaciones con Cuba. Y a eso se añade que el gobierno de los Estados Unidos sigue manteniendo a Cuba en una serie de listas unilaterales, como la de países que no colaboran en la lucha contra el terrorismo.

En el caso de Cuba, si se hicieran cambios profundos y se pasara a una economía con mayores mecanismos de mercado, como en Viet Nam, se abrirían oportunidades de inversión para compañías estadounidenses y para las ventas de productos agrícolas. Y se incentivaría la inversión de la diáspora cubana.

 Una transición cubana a una economía sostenible disminuiría las probabilidades de una mayor crisis que impulse una masiva inmigración a los Estados Unidos, algo importante para ese país, a pesar de la oposición de ciertos sectores en la Florida.

Viet Nam demostró que en condiciones de subdesarrollo se puede avanzar en el impulso de las fuerzas productivas utilizando el mercado, formas diferentes de planificación y mayores niveles de descentralización. Pero además ha actuado con mucho pragmatismo y diplomacia en sus relaciones con los Estados Unidos sin ceder soberanía e independencia.