La reforma cubana: una perspectiva comparada con la vietnamita

En comparación con la cubana, la reforma vietnamita no solo tiene una tasa de crecimiento mayor, sino también una mayor diversificación económica y reducción de la vulnerabilidad externa.

By Pavel Vidal Alejandro, Universidad Javeriana, Cali

January 04, 2019

Después de varios años de reformas, las cifras del crecimiento macroeconómico cubano no cumplen las expectativas.  Durante los últimos cinco años la tasa de crecimiento del PIB apenas han estado en alrededor del 1,7%.  El crecimiento del PIB cubano está por detrás del alcanzado por Vietnam durante los primeros años de las reformas.  En 1987-1993, los vietnamitas alcanzaron una tasa de crecimiento del PIB del 5,6%.  Después aceleró su tasa de crecimiento por encima del 7%.

El diferencial entre el crecimiento económico de Vietnam y Cuba durante los primeros seis años de reforma es del 2,9% a favor de Vietnam. El diferencial aumenta hasta el 4,5% y el 4,6% en comparación con las tasas de crecimiento promedio alcanzadas por la economía vietnamita durante los años 1990 y 2000.

Cuando se enfrenta la evolución de los diferentes sectores que componen el PIB, todos, sin excepción, han tenido mayores tasas de crecimiento y una mayor contribución contable en Vietnam.  Lo mismo se aplica a todos los componentes del PIB en el lado de la demanda, destacándose primero las exportaciones y luego las inversiones.  El proceso de apertura a los flujos internacionales de capital ha resultado crucial para aumentar las exportaciones e inversiones vietnamitas.

En efecto, en Vietnam las exportaciones han presentado un dinamismo increíble, con tasas de crecimiento de dos dígitos, pero su efecto multiplicador en la economía ha sido bajo.  En Cuba la elasticidad es mayor, pero el crecimiento de las exportaciones ha sido muy pobre.

El crecimiento vietnamita se explica no solo por el éxito de sus exportaciones.  La reforma también logró reducir la vulnerabilidad externa y acelerar los cambios.  La apertura internacional, que incluyó el fin del embargo estadounidense, así como los factores institucionales, también explican el diferencial de los resultados.

Factores institucionales: la rapidez de la reforma y la resistencia al cambio



En todos los aspectos, la reforma vietnamita parece mucho más agresiva que la cubana, en términos de velocidad y profundidad.  El gobierno cubano optó por una secuencia en la que primero se realiza un experimento, después se verifican y ajustan los resultados, y el proyecto probado se generaliza mediante la creación y adopción del marco legal.  La secuencia de prueba y la generalización hacen que el proceso de reforma sea racional, pero lento.



El ritmo para actualizar el modelo económico cubano ha sido lento porque el temor a los cambios drásticos podría provocar el colapso de la reforma si las empresas estatales están expuestas a una transformación apresurada.  Una opción que el gobierno cubano no ha considerado consiste en emprender una reforma de dos velocidades, más lenta en el sector estatal y más rápida en la agricultura, las cooperativas y todo el sector privado emergente de pequeña y mediana escala.

Ciertamente, la estructura de la reforma vietnamita favoreció emprender una reforma constante, pero acelerada, que a veces incluso implementó medidas estilo big bang.  En Vietnam el sector estatal siempre fue más pequeño que en cualquiera de las antiguas economías socialistas.  Las grandes empresas estatales constituían solo una pequeña parte de su economía.


Dollar (1993), Perkings (1993) y Riedel y Comer (1995) coinciden en que la estructura de la economía vietnamita era conveniente para responder a la liberalización del big bang.  Es más fácil hacer que un sistema de mercado funcione cuando las unidades pequeñas son mayoría.  Los agricultores, las empresas familiares y las pequeñas industrias pueden ajustar mucho más fácilmente su método de operación a las fuerzas del mercado.  Son maximizadores naturales del ingreso neto.  Tienen menos que aprender cuando el sistema económico general se convierte en principios de mercado, mientras que las grandes industrias necesitan más tiempo.
 


La reforma vietnamita fue, por supuesto, resultado de un proceso político en el que existían contradicciones, luchas de poder y discusiones ideológicas.  Sin embargo, parece que Vietnam tuvo menos fuerzas de resistencia a los cambios que las que tiene hoy Cuba.



La resistencia a las reformas de Raúl Castro puede ser reconocida en varios sectores de la sociedad cubana.  Desempleados del Estado, jubilados y familias que dependen de los subsidios del gobierno, especialmente los jubilados, parecen integrar al grupo más vulnerable.  Sobre los valores y creencias de gran parte de la población (sean o no líderes políticos o miembros de partidos) pesan cincuenta años de un sistema con pleno empleo, subsidios generalizados y servicios sociales gratuitos, beneficios que el pueblo cubano teme perder.  La población vietnamita tenía menos beneficios que defender, lo cual podría explicar la menos significativa resistencia al cambio (Yamaoka, 2009).  También es más difícil desarrollar transformaciones institucionales después de cincuenta años viviendo bajo las mismas reglas y con una ideología opuesta al mercado y al sector privado.  Por el contrario, Vietnam tuvo un pasado reciente de capitalismo en la mitad sur del país y, por lo tanto, estaba mejor preparado para adaptarse a las reformas del mercado.

En Cuba, otra forma de resistencia a las reformas está teniendo lugar en lo que se ha denominado "la burocracia".  El gasto general final del gobierno representó el 34,7% del PIB en 2008, mientras que en Vietnam fue el 7,8% en 1989 y el 6,1% en 2008.  Con un gran sector estatal, en Cuba hay más espacio para la resistencia del sector burocrático.

Inserción internacional

En comparación con la cubana, la reforma vietnamita no solo tiene una tasa de crecimiento mayor, sino también una mayor diversificación y menor vulnerabilidad externa.  En este sentido, una de las primeras ventajas de la vietnamita es que comenzó antes del proceso de desmantelamiento del bloque socialista, y por consiguiente el país tuvo tiempo de acumular suficiente fuerza interna para el crecimiento económico, lo cual permitió amortiguar los efectos de la caída del comercio y el apoyo de la Unión Soviética.  Entre 1990 y 1993 el PIB cubano se contrajo en un 35% debido a la ruptura del bloque socialista, mientras que el PIB vietnamita se desaceleró ligeramente, pero siguió en la senda del crecimiento positivo.
 


En el momento de la desaparición de la Unión Soviética, Vietnam ya había logrado una gran diversificación de sus fuentes de ingresos en moneda fuerte, en parte porque encontraba importantes campos petroleros, pero también debido a los rápidos resultados de las reformas agrícolas.  Vietnam no solo comenzó sus reformas antes de la caída de la Unión Soviética, sino también utilizó la ayuda soviética para apoyar el costo y los ajustes de las reformas (Dollar 1993; Perkings 1993).

Una segunda diferencia es que el gobierno vietnamita no repitió en el futuro el tipo de relación que tenía con el bloque socialista.  A partir de la década de los 90, el crecimiento vietnamita se ha basado en el aumento de la productividad, la entrada de inversión extranjera y la integración a las cadenas de valor internacionales.

Durante los años 90, la economía cubana logró avances significativos en la liberalización y diversificación de sus mercados.  Sin embargo, durante la década siguiente el paisaje cambió con el acercamiento a Venezuela.  Las relaciones comerciales y financieras especiales se concentraron en este país.  Se suspendieron una serie de políticas, y en algunos casos se revirtieron las reformas de los 90.

Los problemas que enfrenta la economía venezolana también son responsables del bajo crecimiento del PIB de Cuba.  Actualmente, el comercio de bienes con la nación suramericana representa el 40% del intercambio total de la isla, muy por encima del segundo lugar que ocupa China (12,5%).  Sin embargo, los datos muestran que la dependencia del PIB cubano fue mayor respecto a la antigua Unión Soviética que con Venezuela.  Antes de la debacle soviética, la relación comercial con la antigua Unión Soviética representaba el 28,2% del PIB, mientras que en la actualidad, con Venezuela, este porcentaje representa alrededor del 12%.  Esto sugiere que una ruptura de los vínculos venezolanos debería tener un notable impacto negativo sobre la economía cubana, pero menos que durante los años 90, después del desmoronamiento de la Unión Soviética.

Hasta que el embargo de los Estados Unidos no se levante por completo, las compañías con sede en Cuba no podrán exportar bienes y servicios a los Estados Unidos.  Si finalmente se levanta, las posibilidades de inserción internacional se multiplicarán, como sucedió en Vietnam, favoreciendo aún más el crecimiento del PIB.

El flujo de IED como proporción del PIB vietnamita aumentó de cero a mediados de los años 80 a más del 75% en los años 2000.

Los primeros años de apertura internacional tuvieron lugar en Vietnam bajo el bloqueo de los Estados Unidos y sin acceso a fondos de organizaciones financieras internacionales, dato común con la reforma cubana.  En 1993, Vietnam renegoció una deuda pendiente con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y comenzó a recibir nuevos préstamos.  En 1994, se unió al Banco Mundial; los Estados Unidos suspendieron el bloqueo económico.  A partir de esta fecha, la tasa de apertura (proporción del volumen de comercio exterior al PIB) aumentó del 60% a más del 100%, y la entrada anual de inversión extranjera directa aumentó de US $ 0,5 a US $ 1,8 mil millones. En 2007 superó los US $ 8 mil millones.  La inversión extranjera ha sido esencial para el proceso de industrialización vietnamita.  Los principales proyectos con capital extranjero se han dirigido a ese sector, seguido de bienes raíces.

El fin del embargo a Vietnam y el ingreso del país a instituciones financieras internacionales sumaron un 2% al crecimiento del PIB (Vidal, 2015).  Esto puede proporcionar algunas pistas sobre el efecto que tendría sobre el crecimiento de la economía cubana el fin del embargo estadounidense y una mayor integración a las instituciones financieras internacionales.

Existe gran potencial en el mercado cubano.  El país es un lugar atractivo debido a sus altos niveles de salud, seguridad y educación.  Su posición geográfica y la proximidad a los Estados Unidos también constituyen elementos favorables que abrirían grandes opciones una vez eliminado el embargo.


Referencias

Dollar, D. 1993. “Vietnam: Success and Failures of Macroeconomic Stabilization”, en Ljunggren, B., ed., 1993, The Challenge of Reform in Indochina. Cambridge: Harvard Institute for International Development.
Perkings, D. H. 1993. “Reforming the economic systems of Vietnam and Laos” en Ljunggren, B., ed., 1993, The Challenge of Reform in Indochina. Cambridge: Harvard Institute for International Development.
Vidal, P. 2015. “Cuba’s Reform and Economic Growth: a Comparative Perspective with Vietnam”, Journal of Economic Policy Reform, December 2016
Yamaoka, K. 2009. “The Feasibility of Cuban Market Economy: A Comparison with Vietnam”, IDE Discussion Paper No. 189, https://ir.ide.go.jp/dspace/bitstream/2344/832/1/189_yamaoka.pdf.

PV Cuba con Vietnam (ed) + Access.pdf 284.66 KB